La salvación del alma es una necesidad de cada quien. Gran variedad de religiones existían en los días de Cristo y el inicio de la iglesia. También habían grandes hombres de Dios.
Mateo 11:11 "De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista;..." El Señor no dijo eso de ningún otro ser humano, aún a pesar, que habían grandes siervos de Dios entre la audiencia.
Pero un Juan y todos los que oyeron aquel discurso tuvieron que entender que en ningún otro hay salvación aparte de Cristo.
Hechos 4:11-12 "Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. 12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos."
Mientras este mundo lucha para demostrar que la suya es la mejor religión. La voz de los apóstoles en la Santa biblia nos sigue diciendo .... en ningún otro hay salvación fuera de Cristo." Solo en Cristo podemos tener lo que ninguna religión, ni ningún hombre nos puede otorgar.
Necesitamos una mano amiga y Dios te la ofrece.
Generalmente se acepta que la biblia es la palabra de Dios. Sabemos que necesitamos a Dios. Se entiende que hay un cielo y un infierno. Lo naturalmente lógico y correcto debería ser querer ir al cielo. La biblia nos enseña de una manera simple y sencilla cómo podemos ser salvos e ir al cielo.
Romanos 1:16 "Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego."
Efesios 1:13 "En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,"
1Tesalonicenses 5:9 "Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,"
Cristo es el camino al cielo y lo ofrece a todos gratuitamente por medio de la fe (Ef. 18-9: Rom 6:23). Los hombres por medio de sus religiones han complicado el proceso. Me recuerda la historia de un hombre, que era arrastrado por la corriente de un río y mientras luchaba por sobrevivir alguien vio su necesidad y le lanzó una soga. Lo único que tenía que hacer era aceptar la ayuda y tomar la soga, pero en su orgullo decidió que no necesitaba la ayuda de nadie, que el solo se podía salvar y su decisión le costó la vida.
Aceptar el sacrificio y la oferta de Cristo para la salvación de nuestra alma como única y suficiente no debería ser algo tan dificil de entender.