Lo que creemos
Creemos que los sesenta y seis libros
del Antiguo y Nuevo Testamentos son verbalmente inspirados por Dios, sin error
en sus escritos originales, y que son la autoridad suprema y final de fe y
vida. (2 Timoteo 3:16,17; 2 Pedro 1:19-21)
Creemos en un Dios, existiendo
eternalmente en tres Personas, Padre, Hijo y Espíritu Santo, iguales en
esencia, y a la vez distintos en personalidad y función. (Éxodo 20:2,3;
Mateo 28:19; 1 Corintios 8:6)
Creemos en la creación directa del
universo por parte de Dios, según el relato de Génesis, sin uso de materia
preexistente, y aparte de todo proceso de cualquier evolución. (Génesis
1:1-31; Éxodo 20:11; Colosenses 1:16,17; Hebreos 11:3)
Creemos que Jesucristo es el eterno
Hijo de Dios, fue concebido del Espíritu Santo y nació de María, una virgen, y
es verdadero Dios y verdadero hombre. (Juan 1:1,14; Lucas 1:35; Isaías
7:14; Gálatas 4:4)
Creemos en la resurrección del cuerpo
crucificado de nuestro Señor, en su ascensión al cielo, y en su presente vida
allí como Sumo Sacerdote y Abogado. (Mateo 28:1-7; Hechos 1:8-11; 1
Corintios 15:4-9; Hebreos 4:14-16)
Creemos que el Espíritu Santo es
Dios, es el agente del nuevo nacimiento mediante convicción y regeneración, y
que en el momento de la conversión El sella, viene a morar en cada creyente en
el Cuerpo de Cristo. Creemos que el Espíritu Santo llena, concede poder y
distribuye dones de servicio a los creyentes, pero que los dones de señales
estuvieron restringidos al período apostólico. (Juan 3:5; Efesios 1:13;
Romanos 8:9; 1 Corintios 12:13; Efesios 5:18; 4:11,12; Romanos 12:6-8; Hebreos
2:3,4; Efesios 2:20; 1 Corintios 13:8-13)
Creemos que el hombre fue creado a
imagen de Dios, que pecó y por ello incurrió no sólo en la muerte física sino
también en la muerte espiritual, que está separado de Dios, y que todos los
seres humanos nacen con una naturaleza pecaminosa y son pecadores en
pensamiento, palabra y obra. (Génesis 1:26,27; 3:1-6; Romanos 5:12,19;
3:10-13; Tito 1:15,16)
Creemos que el Señor Jesucristo murió
como sacrifico substitutivo por todos los hombres. La expiación por sangre que
El realizó fue ilimitada en su potencial. Es limitada sólo en su aplicación,
salvando efectivamente a los que son traídos por el Espíritu Santo al
arrepentimiento y a la fe. (Isaías 53:4-11; 2 Corintios 5:14-21; 1 Juan
2:1,2; 2 Pedro 2:1; 1Timoteo 4:10; Juan 3:5-8; 16:8-13)
Creemos que todos los que reciben por
fe al Señor Jesucristo nacen de nuevo del Espíritu Santo y por ello llegan a
ser hijos de Dios. (Juan 1:12,13; 3:3-16; Hechos 16:31; Efesios 2:8,9)
Creemos en la seguridad eterna del
creyente, que es imposible que se pierda jamás el que ha nacido en la familia
de Dios por cuanto es guardado para siempre por el poder de Dios. (Juan
6:39,49; 10:28,29; Romanos 8:35-39; Judas 1; 1 Pedro 1:5)
Creemos en “la esperanza
bienaventurada”: el regreso personal, premilenial, pretribulacional e inminente
de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, cuando la iglesia será “reunida con
él”. (Tito 2:13; Juan 14:1-3; 1 Tesalonicenses 4:13-18; 1
Corintios 15:51-58; 2 Tesalonicenses 2:1-13)
Creemos en la resurrección corporal
de los justos e injustos, la eterna bendición de los salvos, y el castigo
eterno de los perdidos. (Mateo 25:31-46; Lucas 16:19-31; 1
Tesalonicenses 4:13-18; Apocalipsis 21:1-8)
Creemos que la iglesia local es la
agencia mediante la cual Dios ha escogido realizar su obra en el mundo. Una
iglesia bautista del Nuevo Testamento es un cuerpo organizado de creyentes
bautizados por inmersión después de una confesión fidedigna de fe en Jesucristo,
teniendo dos oficiales (pastor y diácono), congregacional en política, autónoma
en naturaleza, reunidos para el trabajo, la adoración, la edificación, la
observancia de las ordenanzas y el cumplimiento mundial de la Gran Comisión.
Creemos que la iglesia local, bajo la Cabeza que es Cristo, debe ser libre de
cualquier jerarquía externa y no debe asociarse con ningún esfuerzo ecuménico,
neoortodoxo, neoevangélico, o cualquier esfuerzo similar para transigir la
verdad. (Hechos 2:41-47; Efesios 3:10; Mateo 28:18-20; 1 Timoteo 3; 1
Pedro 5:1-3; Efesios 1:22; Romanos 16:17; 2 Corintios 6:14-17; 1 Timoteo 6:3-5)
Creemos
y practicamos la separación personal y eclesiástica.
Separación1; Separación2
Creemos que las ordenanzas bíblicas
de la iglesia son el bautismo y la Cena del Señor, y que debe ser administradas
por la iglesia local. (Mateo 28:18-20; Hechos 2:41-47; 8:26-39;
1 Corintios 11:23-28; Colosenses 2:12)
Sostenemos
la biblia en nuestras manos porque creemos que la iglesia verdadera, no crea dogmas
o doctrinas a conveniencia. La iglesia habla porque Dios ha hablado por su
palabra. Lo que Dios ha dicho hablamos y donde ha guardado silencio callamos.